lunes, 28 de noviembre de 2011

Carnicerias Veganas

Los holandeses reducen el consumo de carne y la alternativa vegetariana crece con fuerza en los Países Bajos. Pollo, tocino o salchichas a base de semillas de altramuces ganan terreno mediante una red de carnicerías vegetarianas que se expande con rapidez. Su secreto está en un aspecto, sabor y textura muy similares a los de la carne animal.




Además, el 87% de los ciudadanos de Holanda ha dejado de consumir carne diariamente y dos terceras partes de la población la consideran un producto de lujo más que una necesidad. Todo ello ha impulsado el crecimiento de De Vegetarische Slager (La Carnicería Vegetariana), que en menos de un año después de haber abierto su primer establecimiento ya dispone de treinta.

Se calcula que el 80% de sus clientes son veganos o vegetarianos, si bien la empresa aspira a atraer a más gente que busca reducir o a eliminar completamente de su dieta el consumo de carne. Para ello, su objetivo es ofrecer alternativas de alta calidad con sabor y textura superior. “La crueldad animal es un determinante, pero también la creciente preocupación por la sostenibilidad. Al fin y al cabo la producción de carne es muy ineficiente”, asegura Niko Koffeman, el otro propietario de la Carnicería Vegetariana.

Antiguamente podía tener sentido mantener ganado, ya que se hacia de forma minorista y el ganado comían libremente en el campo y su mantenimiento era cero. Ahora mismo la cria intensiva es un despilfarro de recursos, espacio, tiempo, comida y crueldad.

Antes de la entrada de la soja, el lupino o altramuz servía de alimento animal y en el antiguo Egipto y en Roma fue un alimento popular. El proceso de transformación de la semilla en proteína para consumo humano tuvo lugar en Wageningen, en el centro de Holanda. Con esta materia prima, La Carnicería Vegetariana persigue recuperar los platos ricos en proteína mediante su propia gama de productos sustitutivos de la carne.

El kilogramo de pollo vegetariano cuesta 15€ por lo que todavía queda camino para la completa popularización de la falsa carne. Como sea, la demanda aumenta a tal ritmo que a De Vegetarische Slager ya le ha salido competidor en La Haya.