sábado, 10 de diciembre de 2011

El infierno de los circos


Los circos se nos presentan como lugares atractivos, divertidos, y originales, y por ello son visitados sobretodo por niños que son atraídos también por los animales que pueden ver en ellos. Por desgracia en aquellos circos que utilizan animales, existe otra realidad detrás de la alegría y el colorido de las carpas, los payasos y los malabaristas animales, una realidad llena de sufrimiento, privación y muerte. Los animales que son obligados a vivir en los circos, conocen pocas cosas positivas: simplemente diferentes formas de experimentar el malestar y el sufrimiento.

Todos los animales obligados a vivir en los circos, los tigres, leones, oso, elefantes, etc, son animales, que como cualquier otro necesitan espacio, correr, explorar, buscar su propio alimento y aire natural… y viven privados de libertad durante toda su vida y la mayoría de las veces sólo salen de sus jaulas o les quitan las cadenas para obligarles a realizar trucos que mucho más lejos de entenderlos ni les divierten ni les gustan. 

Los recintos donde se encuentran estos animales son escasos para su tamaño y sus necesidades. Esta situación les produce un malestar considerable, sin tener en cuenta que sobreviven separados de sus familias.

                Los trucos
Los números que realizan no están en la naturaleza del animal, lo aprenden tras entrenamientos durísimos que después de haber estado todo el día encerrados sin ningún contacto físico aprenden a base de sometimiento y golpes que reciben por sus adiestradores.  Esos trucos les producen confusión y malestar psicológico ya que no comprenden porque se les lleva a adoptar formas prácticamente imposibles para ellos y encima se les castiga si no lo hacen. Seamos sinceros, un elefante no necesita ponerse de pie….




El transporte
Es bien sabido que la vida de circo es un constante movimiento cosa que también sufren los animales. Los viajes entres países, ciudades y pueblos los animales los realizan en jaulas en las que no llegan a tener el mínimo espacio para poder estirarse, van todos compactados sin apenas ventilación, alimento, agua. Los cuidados veterinarios no tienen cabida en esos reducidos espacios. Lógico que en estas condiciones no lleguen todos vivos.



Las enfermedades y finales
Bueno, que sufren enfermedades físicas quien no lo sabia lo suponía, los latigazos o golpes con barras que reciben lo demuestran. Lo que no es tan claro de apreciar es de sus enfermedades mentales debido a que es totalmente imposible la socialización con otros seres, la falta de actividad y de entretenimiento, que por muy extraño que parezca también ellos lo necesitan. Las consecuencias suelen ser automutilaciones, muerden barrotes, golpes en la cabeza y el más común que si los observas un poco lo verás, es la manera repetitiva de moverse de lado a lado.

El otro aspecto de los circos es que estos animales nunca serán despedidos, sus finales son la muerte, el abandono por enfermedades o cuando son mayores, la venta de a otro circos, zoológicos o incluso a colecciones privadas de animales exóticos, otros son enviados a laboratorios de investigación donde sus vidas terminan sin grandes cambios a como la vivieron: en reclusión bajo coacción y sufrimiento.

Actualmente con al oferta de diversión y entretenimientos diferentes que se nos ofrece no supone ningún problema mostrar nuestro rechazo a los circos no acudiendo, especialmente en navidad




La noción de que es divertido ver animales siendo coaccionados para actuar como torpes humanos, o entretenido ver a animales fuertes reducidos y acobardados por golpes y latigazos, apoya la vieja idea de que somos superiores a animales de otras especies y tenemos derecho a dominarles.

Dr Desmond Morris, antropólogo y experto en comportamiento animal.




martes, 6 de diciembre de 2011

Prohiben el veganismo en Francia

El boletín oficial del 2 de octubre publicó un decreto y reglamento que obliga a los comedores escolares franceses a añadir una fuente de proteínas exclusivamente de origen animal, en forma de carne, pescado, huevos o queso, anulando la posibilidad que estas proteínas sean de procedencia vegetal.

Estas normas obligan a seis millones de niños y niñas en edad escolar a comer carne, pescado, productos lácteos y huevos apelando a una medida de salud pública que, según el decreto, garantice el equilibrio nutricional de los menús. Según este decreto, los productos lácteos son la única manera de cubrir las necesidades de calcio, haciendo caso omiso a todas las alternativas de origen vegetal recomendadas por especialistas en nutrición, y decreta una frecuencia mínima obligatoria en la presencia de los menús escolares de carne de ternera, cordero o procedente de despojos, así como de "pescado".

Con la publicación de esta normativa, los escolares no podrán ni por motivos éticos, religiosos o de salud mantener el equilibrio nutricional de su ingesta, puesto que no dan les dan opción a una dieta vegetariana o vegana, y este hecho no solo les afecta a ellos, ya que se están redactando decretos similares para copiar esta medida en otras instituciones francesas, desde las guarderías hasta las residencias de ancianos, incluyendo colegios, hospitales y prisiones.

Desde hace varios años y a través de varios comunicados de la Nutrición Nacional de Francia y el Programa de Salud (PNNS), se publican difamaciones sobre las dietas seguidas por personas vegetarianas o veganas (que excluyen productos de origen animal así como contra los especialistas que las defienden) obviando los estudios más recientes de la Asociación Dietética Americana que defiende que, las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluyendo las cien por cien vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades. Según la Asociación Dietética Americana, estas dietas bien planificadas son apropiadas para las personas en todas las etapas .



A raíz de este decreto, colectivos y asociaciones de personas vegetarianas y veganas se están organizando por toda Francia para expresar su indignación y piden al resto de la ciudadanía que se añada a la lucha por la libertad de convicciones, sean cuales sean sus propias posiciones sobre la explotación animal, para unir su voz a las protestas.

La organización Iniciativa Ciudadana por los Derechos Vegetarianos (ICDV) ya se puso en contacto con las Naciones Unidas el pasado mes de mayo para denunciar episodios concretos de discriminación en contra de los vegetarianos en Francia y anuncia que, si el decreto no se elimina, interpondrá una denuncia por violación de la libertad de convicción y de los derechos fundamentales mediante la restricción de la libre práctica de estas convicciones.